Lanzado en 2013, CineSolar ya ha ofrecido miles de sesiones en las que se vale de dos furgonetas adaptadas que tienen en sus techos paneles fotovoltaicos, junto con el sistema de conversión y almacenamiento de energía, que permite 20 horas de autonomía. Los rodados transportan también 110 sillas y taburetes para el público y todo el sistema de sonido y proyección del cine.

El aspecto social no es menor, ya que además de acercar el séptimo arte a comunidades remotas con acceso restringido a la cultura, permite abrir una ventana de divulgación sobre cómo funciona la fotovoltaica y sus posibilidades.

“Las sesiones de cine son actividades artísticas con un lenguaje que dialoga de forma lúdica con los habitantes de las comunidades, las familias y los niños, poniéndolos en contacto con los temas de la sostenibilidad y las energías renovables, así como con el arte y la cultura”, destaca Cynthia Alário, coordinadora y creadora de Cinesolar.

Las sesiones contemplan los variados públicos que se acercan, generalmente de manera gratuita y auspiciados por los distintos ayuntamientos, de hecho, hay sesiones especiales dedicada al público infantil. Las actividades incluyen talleres que integran el arte, la tecnología y la sostenibilidad, y difunden prácticas sostenibles para la vida cotidiana, desde la separación de la basura hasta la reutilización de materiales reciclables.