Los parques solares de Castilla-La Mancha se ubicarán cerca de la ciudad de Cuenca, y cada uno tendrá una potencia de 50 MWp. “Por su situación geográfica, los emplazamientos españoles reúnen excelentes condiciones para la construcción y explotación de parques solares en espacios abiertos”, se asegura en un comunicado.

Según Detlef Schreiber, director ejecutivo de CEE Group, “el mercado español vuelve a mostrar un fuerte crecimiento desde hace varios años, después de un bache temporal debido a los cambios regulatorios por parte de los políticos”.

“Entretanto -continuó-, existe de nuevo un claro compromiso, también por parte de la política española, con la expansión de las energías renovables y España se esfuerza por lograr una conversión completa a la electricidad renovable para el año 2050”.

Respecto de los dos proyectos españoles, aseguró: “hemos creado la base para explotar interesantes oportunidades en este mercado en crecimiento para nuestros inversores en los próximos años”.

En lo que concierne al parque solar en Alemania, se informa que se está construyendo en Döllen, con una potencia nominal de 154 MWp, y estimación de suministrar a la red unos 150 mil MWh al año.

Es interesante destacar el análisis que se hace desde CEE Group de varios mercados fotovoltaicos europeos que queda “ilustrado por las cifras del Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima de Alemania: Del total de casi 136,6 GW de capacidad fotovoltaica instalada en los 27 países de la UE, 53,8 GW se instalaron solo en Alemania a finales de 2020. Italia (21,6 GW), España (11,8 GW) y Francia (11,7 GW) le siguen a una distancia considerable”.

“España -se especifica- tiene un excelente potencial solar debido a sus condiciones geográficas y climáticas: Según Statista, la media de horas de sol al día nunca es inferior a 5 horas en ningún mes e incluso llega a superar las 10 horas diarias a mediados de año. Estas excelentes condiciones del emplazamiento, junto con los menores costes primarios generales de las plantas fotovoltaicas, garantizan que la energía de las plantas fotovoltaicas pueda venderse de forma competitiva en el mercado de la electricidad, por ejemplo, sobre la base de acuerdos de compra de energía (PPA)”.